Escudo e historial de todos los equipos de fútbol de Galicia. Año de fundación, división en la que militaron cada temporada, puesto que ocuparon al finalizar la competición, participación y eliminación en el Copa de España, Campeonato de España de Aficionados, Campeonato Gallego de Aficionados y Copa Galicia, año de desaparición.

viernes, 5 de julio de 2013

MI OPINIÓN , VIERNES 05 DE JULIO

Definitivamente, no está bien de ........

Definitivamente  no. Definitivamente este señor. El tal José Luis Blanco Blanco no está capacitado para dirigir el Marín Club de Fútbol. ¡Vaya!. Ni el Marín Club de Fútbol ni ninguna sociedad.

Después de más de un mes haciendo lo que le da la gana. Porque ya tenía que haber convocado una Asamblea y si le quedara la más mínima decencia, poner su cargo a disposición de los socios después de tirar al primer equipo de la entidad franjiazul a la Primera Regional.

Colocando a su hijo de entrenador del primer equipo. No se ha visto en la historia del club mayor ejemplo de enchufismo.

De autonombrarse coordinador de la base, cuando lo más redondo que ha visto es ‘la boca del v…………’

Ahora resulta que va y se erige en Dios y señor cambiando a su gusto la cuota de los socios. Hoy lo publicaba la página web oficial del club.


Pero quien se cree que es. O ha perdido la cabeza. O es que, mucho me lo temo, le quiere hacer mucho más daño al Marín Club de Fútbol del que le ha hecho hasta ahora.

Para cambiar la cuota de abonos de los socios tiene que ser aprobado en una Asamblea General Extraordinaria por la mayoría de estos. El presidente no tiene potestad para ello.
No lo puede hacer. Ni siquiera por acuerdo de la Junta Directiva. Y lo que ha publicado hoy es ilegal.

Muy populista él ha hecho desaparecer gran parte de las categorías de socios, cabellos, señoras, jubilados, que siempre ha tenido el Marín Club de Fútbol de su fundación y los ha colocado a nada menos que 30 euros. Con rebajas en algunos casos de hasta el 50%,

 ¿A quién quiere engañar?. A priori, tal y como está el país muchos podrían caer en la trampa de pensar que es una buena medida. Pero lo cierto es que es un auténtico engaño y una trampa mortal para quien, en su día, tenga que relevarlo al frente de la entidad.

Después de la gran cantidad de bajas de socios que se ha sufrido el club desde que él llego al cargo. Había casi 400 de número cuando él tomó el mando. Hoy no quedan ni la mitad. Y sino que lo demuestre.

Y las bajas no han sido precisamente por la causa de los precios, sino por su mala gestón deportiva y mucho peor social.

Lo que si ha perdido el Marín Club de Fútbol ha sido asistencia a sus partidos en San Pedro, notablemente y no sólo por la mala temporada del equipo, sino porque al señor Blanco se le antojó poner las entradas a 10 euros ¡las más caras de todos los campos de la División Preferente Autonómica!. Y eso porque los que están con él en la Junta Directiva le dan a todo el amén.

Este señor que supuestamente tiene que saber de números. Se ha molestado en hacer cuentas para saber el perjuicio económica que le puede suponer al club su decisión.

Si la recaudación por socios ya siempre fue baja y una proporción muy pequeña de los ingresos del club cada temporada. Este ‘palo’ lo dejaría en una cifra ridícula y una proporción ínfima.

O es que en sus delirios de grandeza se cree que después de lo bien que lo ha hecho tanto en lo deportivo y en lo socios va a ser capaz de subir el número de socios hasta los 800 que es la cifra necesaria para nivelar las pérdidas.

Mucho me temo que lo que el señor Blanco está haciendo es dinamitando el terreno para, en cuanto lo tenga lleno de minas, dejarle el paquete a otro al que le explote todo en los mismos ‘fuciños’. Y por encima después quedar el bien a costa de que fue a otro al que le explotaron todas sus minas.

Y lo malo es que éste sigue sin convocar la Asamblea General y se va a poner a cobrar los recibos y haber quien arregla después el entuerto.

Lo dije en su día. Este tío va a, no ya hundir, que bastante hundido ya lo tiene. Sino que va a matar al Marín Club de Fútbol.

Alguno no se da ni cuenta. Pero muchos acabarán llorando.