Escudo e historial de todos los equipos de fútbol de Galicia. Año de fundación, división en la que militaron cada temporada, puesto que ocuparon al finalizar la competición, participación y eliminación en el Copa de España, Campeonato de España de Aficionados, Campeonato Gallego de Aficionados y Copa Galicia, año de desaparición.

jueves, 20 de septiembre de 2012

MI OPINIÓN

ASÍ NO SE HACEN LAS COSAS

Así no se hacen las cosas. Y si nos (y digo nos porque somos uno, aunque realmente seamos muchos) empecinamos en el error podemos echar por tierra no sólo varios años trabajo medianamente bien hecho (la perfección no existe) y sino, lo que es peor, muchos años de historia.
Está claro que alguien tiene que ser el que tiene que dirigir, llevar la batuta y tomar la última decisión, pero siempre después de escuchar las opiniones de los que trabajan a su lado, de los que le ayudan hombro con hombro a llevar adelante la nave y incluso a sus correligionarios.
Porque aquí, en este país, lo del ordeno y mando no lo llevamos nada bien (y eso que tuvimos cuarenta años para acostumbrarnos). Y si aún siendo democráticos nos rebotamos con suma facilidad cuando la mayoría no va por el camino que nosotros creemos el adecuado, ni imaginarnos si nos quieren imponer el camino.
El cabeza visible tiene que darse cuenta que estamos en un colectivo, en un colectivo en el que cada uno aporta lo que puede y que en muchos casos si no aporta más es que no puede o en algunos casos porque no le dejan.
El cabeza visible tiene que saber que lo colectivo no es suyo y que si está ahí es por que él se presentó voluntario para ser el primer servidor del grupo y no al contario.
Lo que ocurre es que a pesar de que no somos nada amigos del ordeno y mando cuando el que manda es otro, cuando nos vemos en su puesto y más con el paso del tiempo nos creemos con derecho a ordenar y mandar porque confundimos el ‘servicio a’ con ‘nuestra propiedad de’.
Se le está produciendo un enorme daño a nuestro colectivo, un daño del que le va a costar mucho tiempo recuperarse y no se está cumpliendo con la premisa de hacerlo crecer sino que estamos haciendo que muchos ‘hermanos’ se marchen o dejándolos marchar.
Las cosas hay que hacerlas con mucho tiento y piano-piano, ya sabemos que todo cuesta y cada vez más, pero también por la situación por la que la gran mayoría estamos pasando y que los que a unos les parece un ‘liso’ para otros es un ‘mundo’ y claro que el que ordena y manda está siempre en el pequeñísimo grupo de los que tienen la perfección del ‘liso’ mientras la gran mayoría está en la percepción de un ‘mundo’.
Aún se está a tiempo de rectificar, de reconducir la situación y de actuar sobre la herida que nos está llevando a desangrarnos, antes de que se produzca el colapso de alguno de los miembros de nuestro cuerpo y nos lo tengan que amputar.
Porque como nos quedemos sin alguno de nuestros miembros nuestro cuerpo se va a resentir durante varios años.
Hay formas de entrar y formas de salir, lo que ocurre en nuestro colectivo es que desde hace mucho pero mucho tiempo el que ha entrado no ha entrado por la puerta grande sino a base de ‘golpe de estado’ (a los que también somos muy aficionados por estos pagos), por muy paradigmas y representantes de la democracia que nos queramos erigir.
Nos presentamos como salvadores de la patria y después comenzamos por sacar del medio a quienes nos ayudaron y es que ‘Roma no paga a traidores’ y después nos vamos creyendo el ‘only one’ hasta acabar quedándonos en ‘más only que one’.
Y o aparece el Brutus de turno o el Franco turno, o tenemos que marcharnos con el rabo entre las piernas hasta desaparecer totalmente del colectivo.
¿Cuantos líderes que cometieron esos errores siguen en el grupo? O volaron y andan escondidos bajo las piedras o despreciados por el colectivo’.
Y la verdad es que no me gustaría que esta parte de nuestra historia acabase como tantas otras han acabado en nuestra ya dilatada trayectoria.
Dicen que los pueblos que no reconocen y respetan su historia están condenados a repetirla.
Y nuestra deriba es de volver a dar un quizás, más peligroso que nunca, paso atrás, que tal y como están las cosas en general podría conducirnos a la muerte.
Lo dicho, aún estamos a tiempo de reconducirnos, de trabajar todos juntos, de contar con la experiencia de los demás, con querer trabajar todos por todos y que uno no se crea que lo es todo despreciando al que esta su lado.
Porque además éste corre el peligro de no rodearse de la gente adecuada, generalmente aduladores que están a su lado para sacar provecho, que el gustazo que le da al adulado escuchar como le doran la píldora, como le dicen lo alto y guapo que es mientras que por detrás le vacían el bolsillo hasta que una vez logrado su objetivo particular lo dejen más solo que la una.
Es un consejo de quien lleva muchos, pero muchos años viviendo la vida del colectivo sin más interés que su amor por una ‘bandera’, un escudo y un himno que representan a un colectivo y a una historia. Que ha permanecido inquebrantable al desaliento en los buenos y en los malos momentos. Que a pasar de vejaciones, desprecios y ataques furibundos que los que en su día se creyeron el ‘only one’ y con el paso de tiempo acabaron dándole la razón, ha permanecido fiel a colectivo, a la bandera, al escudo y el himno.
No me gustaría más, como en ocasiones anteriores, que estar de todo punto equivocado en mi percepción. Pero he vivido tantas veces este episodio en esta historia, que por desgracia estoy más que seguro que a no mecho tardar se va a volver a repeir.